Te veo y me dan ganas de caminarte, de sentarme en tu cima y contemplar lo diminuto que somos. Tú macroforma alucinante, tú desgarrante barrera de orientación, tú mar de piedra horizontal. Tan magnífica eres que todos te miran cuando te arreglas en los días fríos, que ganas de invitarte a tomar once barrera limítrofe, parapeto para el hombre, cuna de asentamiento humano.
martes, 12 de junio de 2012
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